Hace un siglo
Antigua mansión privada construida en 1889, el Lancaster fue transformado en hotel de lujo en 1925 por el hotelero suizo Emile Wolf. Con la hija de un anticuario parisino como ama de llaves, adornó el establecimiento con obras de arte y muebles del siglo XVII. Hoy, estas maravillosas piezas siguen dando vida al Lancaster, que desde entonces crea estancias inolvidables para sus huéspedes.